Pontedeume ofrece una bonita panorámica, situada detrás de su famoso puente de piedra que cruza el río Eume, que desemboca en la villa.
El pasado medieval perdura en su casco histórico. El puente, que no es el original, mantiene igualmente la esencia. Sirve, además, de aperitivo de lo que nos encontraremos en sus calles y encantadoras plazas. Son varios los monumentos de visita obligada.
El Torreón de los Andrade es el último resto del antiguo pazo del siglo XIV. Ahora es un Centro de Interpretación para descubrir la historia de estos señores feudales que gobernaron la comarca. La villa estaba protegida por una muralla de la que aún se conservan algunos restos.
Las iglesias de las Virtudes y de Santiago son los templos de visita obligada. Sin embargo, Pontedeume ofrece mucho más. Fuera de su casco urbano descubriremos tranquilas playas y zonas verdes en las que perderse realizando alguna ruta.
http://www.pontedeume.es