Son cuatro los cascos históricos para visitar: Ferrol, Pontedeume, Cedeira y Ortigueira.
La identidad urbana de Ferrol se conformó en el siglo XVIII, gracias a los ingenieros de la Ilustración. Así, en esta ciudad encontramos, en realidad, dos cascos históricos. El origen, Ferrol Vello, que conserva el trazado medieval con calles estrechas e irregulares que conducen al puerto de Curuxeiras. Más tarde, el barrio de A Madalena, de trazado regular propio de la época ilustrada. Aquí nos encontramos numerosas iglesias de estilo neoclásico y hermosos edificios modernistas.
Ortigueira, de marcado carácter marinero, se vertebra alrededor del antiguo convento. Su centro histórico llama la atención por sus blancas galerías y la arquitectura indiana.
La arquitectura popular de Cedeira es un verdadero tesoro. Las empinadas y estrechas calles de la zona antigua nos muestran pequeñas viviendas con galerías y balcones de madera y forja. Dispuestos a descubrir la zona antigua, también veremos los restos de la antigua muralla que rodeaba la villa.
En Pontedeume, calles estrechas y soportales de piedra conviven con los restos de un pasado ligado a los señores feudales de la casa de Andrade.